El ciclismo, como complemento ideal.

El remo es un deporte de resistencia de cuerpo completo. Muchos remeros integran disciplinas complementarias en su entrenamiento. Entre ellas, el ciclismo destaca como una de las más eficaces.

El trabajo en bici permite estimular el sistema cardiovascular de  forma continua, con menor impacto en las articulaciones en comparación con otros deportes, lo que facilita acumular volumen de entrenamiento sin comprometer la recuperación. Además, favorece el desarrollo de la resistencia específica en el tren inferior, clave en nuestro deporte.

El ciclismo también puede utilizarse en sesiones de baja intensidad para fomentar la recuperación activa, o en entrenamientos de series para mejorar el umbral anaeróbico y la tolerancia al lactato, habilidades directamente transferibles al rendimiento en remo.

En nuestro club, varios deportistas ya lo han incorporado a su planificación. En esta edición, hablamos con Manuel García para conocer cómo lo vive desde dentro.

¿Cómo empezaste a combinar el remo con el ciclismo?

Compré mi primera bici de carretera con 18 años. En aquella época no estaba de moda pero me picó la curiosidad de probar. Justo por entonces, por problema cardíaco me prohibieron remar y me recomendaron deporte de menos intensidad. Después en Barcelona la dejé por falta de motivación y estuve muchos años sin usarla. Más tarde, en 2018 me mudé a Mallorca y pensé que sería una buena oportunidad para retomarla y ya no paré. 

¿Qué beneficios has notado en tu rendimiento en el remo gracias al ciclismo?

Creo que me ayuda a aumentar la carga sin el desgaste del entrenamiento habitual de pesas+remo. Ahora muchas semanas entreno 6-7 días con dos de bicicleta y noto que recupero bien, incluso aunque el entrenamiento de bici sea largo.

¿Crees que te ayuda también mentalmente?

La verdad es que sí, practicar un deporte sin tener la presión de la próxima competición me despeja la mente. Además aunque parezca mentira todavía estoy en fase de mejora y ver cómo puedo ir cada vez más rápido es una sensación genial! 

Por otro lado, hacer salidas largas en la naturaleza es fenomenal porque combinas un poco de aventura con entrenamiento y descubres lugares súper chulos. En estos últimos años he pedaleado por los Pirineos, París, Toscana y muchos sitios más! 

¿Tienes alguna anécdota divertida o curiosa relacionada con salir en bici?

Ahora la recuerdo como divertida pero hace unos años subí con Laurent el puerto de Pals a finales de octubre. El problema es que no calculamos la diferencia de temperatura en la cima y tampoco la puesta de sol así que acabamos bajando de noche y casi congelados. Creo que estuve tiritando como una hora en el coche y estoy seguro que nunca había pasado tanto frío!