Este mes, tenemos el honor de entrevistar a Ariadna, una deportista que formó parte de nuestro club y representó a nuestro país en el mundial de remo en 2004.
A través de su esfuerzo, dedicación y pasión por este deporte, Ariadna ha dejado una huella imborrable en nuestra club. En esta entrevista, compartirá sus experiencias, desafíos y aprendizajes, desde sus primeros días en el club hasta su participación en competencias de alto nivel.
¿Cómo y cuándo comenzó tu historia con el remo? ¿Qué te atrajo de este deporte?
Empecé a remar en 1989. Yo iba los fin de semanas al Club Marítim de Barcelona con mis padres y me aburría muchísimo! Entonces, conocí un niño en el instituto que me explicó que hacía remo en el club y me encantó. Desde el día que me lo dijo no paraba de buscar fotos de remo por diarios y revistas y cuando lo probé me gustó muchísimo. Había un ambiente muy divertido y el deporte era diferente a los que había conocido hasta aquel momento.
¿Tienes algún recuerdo especial o divertido de tu tiempo en el club que quieras compartir?
No se si es divertido o no, en aquel momento no lo fue, pero siempre que lo recordamos nos da risa. Organizamos un stage en Camarassa, o igual era en otro pantano, como estaba todo a tope, nos pusieron a dormir en unas tiendas de acampar militares. Evidentemente, como éramos remeros y no excursionistas íbamos poco preparados. Así que sobre las doce de la noche empezamos todos a morirnos de frío! Era insoportable! Así que decidimos ir a dormir todos juntos al WC! Aun así estábamos tan congelados que a las seis de la madrugada, (todavía era de noche), fuimos a correr para intentar entrar en calor y después a remar. Nunca más volvimos a hacer un stage en tiendas de acampar. Igual Nacho Hidalgo, Adriana López-Dóriga o Manu García recuerdan aquella aventura…
¿Cómo describirías el ambiente y la comunidad del club en esa época?
Fue una época mucho chula! Éramos un grupo grande de niños y niñas de la misma edad e hicimos muchas amistades, pasábamos mucho tiempos juntos al club, antes y después de los entrenamientos. Tuvimos la suerte de estar en un club grande con salas para jugar, ver la TV y con piscina en verano, así que si no estábamos en el instituto, estábamos en el club, entrenábamos y “jugábamos” mucho! Además, había todo el equipo de los seniors a los que admirábamos! Iban a campeonatos del Mundo, eran grandes y no paraban de hacer novatadas y locuras. Era muy divertido!!!!
¿Cómo fue el proceso de preparación para el mundial de 2004? ¿Qué implicó en términos de esfuerzo y sacrificio?
Cuando estás haciendo una cosa que escoges y te motiva, no tienes la sensación de esfuerzo ni sacrificio, a pesar de que desde fuera lo puede parece. En casa siempre me preguntaban porque entrenaba tanto, que no hacía falta, pero yo era la que lo quería hacer y era lo que me realizaba en aquel momento.
En mi caso, nunca quise ir a vivir en Banyoles, así que combinaba los entrenamientos con el Barcelona Club de Remo, tres días a la semana, con la FCR en Banyoles, 4 días a la semana, y concentraciones en Sevilla. Durante el verano nos concentrábamos en Banyoles y a pesar de que entrenábamos mucho, teníamos un buen equipo y pasábamos buenos ratos fuera de los entrenamientos.
¿Cuál fue tu experiencia más memorable durante esa competencia internacional?
Lo que me impresionó más fue poder participar a la Copa del Mundo en Lucerna! Yo había estado como espectadora, y estar remando en un lugar tan impresionante y que significa tanto para el mundo del remo fue increíble.
¿Qué consejo le darías a alguien que está comenzando en el club y sueña con competir?
Yo le diría que se lo pase bien, que cuide a los compañeros, que trabaje para tener un buen equipo. Si se consigue esto, los resultados vienen solos. Muchas veces da pereza ir a entrenar, despertarse pronto, el frío, cansancio… pero si sabes que allí te esperan tus amigos y que todos compartís un mismo objetivo, todo es mucho más fácil.
Si volvieras a empezar tu carrera en el remo, ¿harías algo diferente?
Tengo muy buenos recuerdos de todos esos años.
También tuvimos nuestros momentos de enfadarnos mucho con el entrenador y entre compañeros, lloramos y reímos… y todos estos momentos son los que me han hecho querer este deporte, así que no cambiaría nada.