¡Buenas noticias! A principios de mes, el servicio técnico pasó por nuestras instalaciones y dejó todos los ergómetros completamente revisados y listos para usar. Las pantallas ya funcionan correctamente, las gomas están bien ajustadas, y se han revisado todos los componentes para asegurar un funcionamiento óptimo.

Este tipo de mantenimiento es clave para que podamos seguir entrenando con seguridad y eficacia. El ergómetro, aunque a veces temido, es una de las herramientas más valiosas que tenemos, especialmente en los días de mal tiempo o cuando las condiciones del canal no permiten remar. Nos permite trabajar resistencia, técnica y potencia de una forma muy completa, y es un pilar básico en la preparación física de cualquier remero o remera.
Por eso, es fundamental que entre todos lo cuidemos y lo tratemos con el mismo respeto con el que cuidamos nuestras embarcaciones. A continuación, compartimos algunos consejos sencillos pero importantes para su mantenimiento, con el objetivo de que estén siempre en perfecto estado:
- Límpialo después de cada uso: pasa un trapo seco o ligeramente húmedo para retirar el sudor, especialmente del rail, la empuñadura y el asiento.
- Evita golpes o apoyos pesados
- Comprueba la cadena: si ves que está muy suelta o hace ruidos raros, coméntanos.
- Pantalla apagada o que falla: mejor reportarlo cuanto antes para evitar que se deteriore más.
También hemos hablado con algunos remeros del club para saber qué tipo de entrenamiento les gusta más en el ergómetro. Max Cooper, uno de nuestros remeros, nos contaba:

“Me gusta hacer series de 17 paladas fuertes por 5 de recuperación. Es un buen entrenamiento corto pero intenso, ideal para trabajar la potencia y mantener un ritmo alto.”
Y cuando le preguntamos si cree que los entrenamientos en el ergómetro ayudan a remar más rápido en el agua, nos responde con un toque de humor:
“Sí, pero no olvidemos que los ergos no flotan.”
También nos comenta que la música es una gran aliada durante las sesiones: ayuda a mantener la concentración, eleva la motivación y marca el ritmo en los momentos más duros.
Parece ser que esa es la fórmula de Max para hacer las sesiones de ergometro más llevaderas.